

Mi Primera Chamba
Es un proyecto creado para acompañar jóvenes entre los 18 y 30 años en uno de los momentos más desafiantes de la vida: la transición hacia la adultez y la vida laboral. Nuestro objetivo no es solo promover empleabilidad, sino formar jóvenes con propósito, seguridad y herramientas reales para habitar su futuro.
“Sentí que por fin alguien hablaba de lo que me pasa: el miedo, la duda, las ganas de hacer algo grande sin saber por dónde empezar. Aquí entendí que puedo lograrlo, paso a paso.”
Participante, 22 años – Atlántico, Colombia
Un espacio para descubrirse y proyectarse
Muchos jóvenes enfrentan la entrada al mundo adulto cargando incertidumbre, ansiedad o frustración. Por eso, antes de hablar de empleos, hablamos de ellos. Fortalecemos habilidades personales y sociales como la gestión emocional, la toma de decisiones, la comunicación asertiva, la perseverancia y el pensamiento crítico. Ayudamos a construir metas claras, proyectos de vida sólidos y una visión de futuro conectada con sus talentos e intereses.
Del autoconocimiento a la acción laboral
Nuestro proceso integra talleres prácticos, simulaciones, ejercicios vivenciales y mentorías personalizadas. Los participantes aprenden a:
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Elaborar hojas de vida atractivas y auténticas
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Prepararse para entrevistas reales
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Comunicarse con confianza
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Resolver situaciones laborales cotidianas
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Trabajar en equipo y adaptarse a diversos contextos
No se trata de llenar formatos ni repetir discursos vacíos, sino de conectar con el valor propio, entrenar habilidades clave y enfrentar el mundo laboral desde la autenticidad.
“No solo encontré herramientas, encontré claridad. Hoy sé lo que quiero y cómo comenzar.”
Participante, 26 años – Caldas, Colombia

Más que empleo: autonomía, propósito y visión
Mi primera Chamba no es una ruta rápida al empleo. Es un proceso profundo para que cada joven pueda habitar su vida profesional con mayor conciencia.
Queremos que no solo busquen oportunidades, sino que se sientan listos para crearlas. Que no solo trabajan por necesidad, sino también por pasión y sentido. Y que comprendan que el trabajo también puede ser un camino de crecimiento personal.